Ingredientes:
- 1 placa de masa quebrada
- 1 manojo de espárragos trigueros
- 1 barqueta de tomates cherry
- 1 puñado de champiñones
- 3 huevos
- 300 ml de nata líquida para cocinar
- Queso rallado para gratinar
Lo primero que tenemos que hacer es encender el horno a la temperatura que recomiende el fabricante (200º en mi caso) extender la placa sobre el molde sin retirar el papel sulfurizado. Se pincha toda la base con un tenedor y cubrimos totalmente la base con garbanzos para que la masa no suba al cocer.
Horneamos durante 15 min. Esto se hace para que la masa quede crujiente y suficientemente cocinada, ya que si vertiésemos la preparación en la masa cruda, nos quedaría poco hecha.
Mientras se hornea la masa, se saltean los espárragos trigueros en una sartén con unas gotas de aceite de oliva fuego vivo, cuando estén listos se repite la misma operación con los champiñones. Una vez fuera de la sartén se introducen los tomates y se saltean de la misma forma, cuando ya estén tiernos y tostados, se añade un poco de azúcar al gusto para caramelizarlos. Aunque este paso es opcional, probarlo porque le da un toque muy rico.
En un bol se incorporan los huevos batidos la nata líquida y las verduras salteadas. Se corrige de sal.
se saca la masa del horno, se retiran los garbanzos y se vierte la mezcla encima de la masa. Se cubre la mezcla con el queso rallado.
Se vuelve a meter al horno hasta que se dore el queso y la masa esté totalmente cocinada, para saberlo, lo mejor es pincharla con un cuchillo, si sale limpio, es que ya está lista.
Buen provecho y besinos!!!
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