Esta es una receta que me salió sobre la marcha después de abrir la nevera y sacar cosas que si no las cocinaba, se me iban a estropear. El resultado no pudo ser mejor. Os animo a que las probéis!!!
- Pechugas de pollo
- Espinacas frescas
- Nata líquida para cocinar
- Ajo
- Queso para gratinar
Se abren las pechugas como si fueran un libro, es decir, se hace un corte sin llegar al final para hacerla mas fina, así evitaremos la diferencia de grosor q tiene la pechuga y se cocinará mas uniformemente. Se salan y se cocinan a la plancha a fuego fuerte para sellarlas, no las terminaremos de cocinar en este momento, sino mas tarde en el horno.
En otra sartén engrasada, se introducen los ajos picados, se rehogan un poco y se añaden las espinacas. Se tapan y se cocinan hasta conseguir que reduzcan su tamaño. En este momento se incorpora la nata líquida y una pizca de sal. Se deja a fuego medio hasta que quede bastante espesa.
Se colocan las pechugas en una fuente para horno y se napan con la crema de espinacas, se espolvorea el queso para gratinar por encima y se meten al horno precalentado a 180º hasta que se dore el queso.
Ya están listas para emplatar, junto con un poco de crema de espinacas que habremos reservado. Animaros que están deliciosas. Buen provecho!
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